lunes, 12 de octubre de 2009

Buscando mis raíces


Nunca sentí que me faltara nada, nunca sentí que fuese diferente a mis padres, mi entorno familiar era mi gran refugio, mi columna, y mi fortaleza. Hace dos años me entere de que era adoptada, y solo por casualidad, hoy tengo 29 años, el día que me entere fue por que mi primo me lo dijo, lo escucho hablar a su hermano contando que mi hermana y yo éramos adoptadas. Yo lo tome como una broma y lo comente en mi casa, a los pocos días, mi mama me dice, que lo que me iba a decir, solo me lo iba a decir una única vez y que jamás lo iba a volver a repetir. Me contó que mi hermana y yo éramos adoptadas, que cuando mi hermana tenia 9 años, ella se coloco un almohadón para simular un embarazo, todos creyeron ese embarazo, yo misma lo creí. Una de las cosas que también me había comentado era que mi abuela me había escrito una carta explicándomelo todo, lastima que esa carta hoy ya no existe y jamás pude leerla, me dijo que yo había nacido en Ostende, que no sabia nada acerca de mis progenitores, de que en esa época existían muchísimos prejuicios acerca de los chicos adoptados, según me dijo era que te apuntaban con el dedo en la calle y te rechazaban, que mi hermana jamás supo que yo era adoptada, otros de los pretextos que uso era que mi hermana jamás aceptaría una hermana adoptada, que mi papa no podía hablar de este tema, por que lo amargaba y no lo ponía feliz, que ellos me lo entregaron todo, y que por eso tenia que estar agradecida, yo aun shokeada por la idea, no pude decir nada mas que mentira
Que lo que decía era mentira, con que propósito alguien te dice esto 27 años después, realmente te caga la vida, y te la caga.
Yo sentí que mi realidad se me había caído en los pies, me sentí una creación falsa, una mentira, la seguridad y confianza que yo tenia en mi misma se fue en abrir y cerrar de ojos, ya no me conocía, y a ellos menos.
Cuando era chica mi infancia siempre fue feliz, pero siempre a la vez fue bastante rígida, si bien en cada etapa de mi vida tuve que pasar por momentos muy difíciles, de alguna manera los había pasado, pero creo que ninguno de ellos fue tan duro como el que me toco en mi adultez, por que me preguntaba si yo no era yo, entonces quien era, una locura total. En mi casa todo tenia que estar moralmente aprobado, pulcro, prolijo, perfecto, 10, lo mejor de lo mejor, la creme de la creme, yo nunca fui un 10, mi hermana se aplicaba mas eso, pero no yo, Me acuerdo de mi mama rompiéndome las hojas de mi cuaderno de primer grado para que las reescribiera por 10 vez por que no estaba prolijo. Jamás iba a estar prolijo, o los consejos que siempre me daban, no hagas las cosas mal, no te equivoques por que vos sos el reflejo de nosotros, o como se me iba a ocurrir ya en la adolescencia salir un jueves a la noche, estaba re loca. A lo que voy es que me hice de mi tiempo para hacer lo que quería, dándoles la razón y haciendo lo contrario, lo que quiero decir es que en este lugar al que todavía llamo casa, y a sus ocupantes les digo familia, los quiero muchísimo, pero no dejo de sentirme como una mascota, que nacio de un lugar inerte y sin vida que se llama el almohadón. Después de que me contó sobre mi adopción, la vida cotidiana continuo como si ese día jamás hubiese existido, pero yo empecé a encerrarme mas, en mi no solo había nacido una bronca, (que hasta hoy me acompaña) sino que había un terrible vacío que me quebraba, las dudas que volaban adentro de mi cabeza, que cada vez fueron mas, los miedos, y también la culpa.
Yo jamás lo pude hablar con nadie, ni siquiera con mi hermana, por temor a su rechazo, por esa idea que germino mi mama en mi cabeza, a la única persona que se lo dije fue a una amiga, que aunque no tenia mucho tiempo de conocerla, me generaba una seguridad y confianza increíble, una de las cosas que mas me acuerdo de esa primera vez que se lo dije fue que me contó que en la puerta de su casa, había un árbol, que en una tormenta se cayo, y se le había cortado la raíz en la caída, pero que lo volvieron a plantar y siguió creciendo hasta el día de hoy, que no se necesita de una raíz para poder seguir creciendo, me había emocionado muchísimo, pero cada vez mas me afiance al pasado, y sobre todo a buscar esas raíces. Me había vuelto totalmente hermética, envenenada de bronca, incapaz de exteriorizar todo lo que en mi interior pasaba, me costaba muchísimo hablar, expresarme, poder decir lo que quería, me moría por gritar romperme a llorar y no me salía nada pero para nada, me fui tragando todo, hasta sentirme llena de eso y de solo poder pensar en eso, y todavía me pasa, aunque ahora puedo hablar un poco mas o por lo menos decir que me muero de bronca.
El tiempo fue pasando y solo me concentre en eso, para mi no puede haber una continuidad sin un principio, por que me postergo y por que me castigo, como si yo también fuese responsable. Aunque intentaba e intento seguir con mi rutina, esto siempre me acompaña, y me privo de muchísimas cosas, mis castigos son duros y muy míos, aunque mis amigas pueden verlos, sufro muchísimo cuando repito este tema con ellas por que tengo miedo que se cansen de mi y de mi veneno.
El 29 de Septiembre por fin decidí ir a Abuelas de plaza de Mayo, me encontré con un lugar lleno de lucha, lleno de hambre por justicia, y a la vez muy tranquilo calido y sereno, había ido sola, me hubiese gustado no haber tenido que ir sola, pero así tuvo que ser y no me arrepiento. La espera me causo una ansiedad que no creí que iba a tener, unas ganas de levantarme y salir por la puerta. Pero digamos que me lo banque, no sabiendo lo que venia, cuando hablo con Marcos, mi entrevistador, le presento una copia de mi certificado de nacimiento ( que para esto me costo como una semana revolviendo mi casa), le doy mi DNI y me pregunta por que había ido, como era una parte de mi historia, al ver mi certificado me comenta que era ilegal, por que tenia que figurar que era adoptada y no hija legitima, estaba anotada como hija legitima, le llamo la atención que dijera circunscripción nacional, y la dirección que figuraba como el lugar de mi nacimiento, una dirección en capital, cuando lo chequea en la PC, recuerda que ese lugar se llamaba Clínica Segurola, un lugar que no existe mas, que había gente que llegaba a Abuelas con la misma dirección, 4 – 5 personas, pero al ser un certificado trucho, lo mas probable es que no haya nacido ahí, o tal vez si, ósea que cada vez mas Ostende quedaba mas lejos, que probablemente mi fecha de nacimiento no sea la que figura ahí, y que la medica que figura como que estuvo presente en mi parto, realmente no existe. No lo podía creer, y yo que me tire a la pileta pensando que sabia nadar, Marcos me comento las posibilidades que tenia, y me propuso que si yo quería hacerme el estudio de ADN, que podría ser importante que me lo hiciera, accedí a hacérmelo. Ahora solo hace falta esperar, a ver que resultados pueden ser. No quiero pensar en los resultados, no quiero mas ansiedad, solo quiero sacarme el veneno para poder continuar, para mi el conocer mi inicio es importante, me pregunto que clase de mujer habrá sido mi madre, me pregunto si alguna vez, mientras me gestaba en su panza, se habrá imaginado un nombre para mi, o se habrá imaginado el color de mis ojos, la forma de mi sonrisa, el color de mi pelo, o que clase de proyección de mi persona habrá podido tener, o que es lo que deseaba para mi y también por que no, para las dos. Me queda mucho por desenterrar, mi problema es vivir en el pasado estando en el presente, por que puede ser que jamás sepa nada, y todo lo que perdí no lo voy a volver a recuperar nunca.
Y ahora solo queda esperar.